Por Octaviano Torres, Rector Centro de Formación Técnica Estatal de la Región de O’Higgins
Todo acto o actividad que realizamos a diario, en un ámbito personal o profesional, persiguen el logro de un objetivo, nada tiene sentido de avance al no visualizar y no enfocarnos en alcanzar un propósito, tales como educar a nuestros hijos, responder en la empresa, mi primera licencia de conducir, ser campeones en algún deporte. Cada objetivo, pequeño o grande, autoimpuesto o demandado, será alcanzado en un determinado tiempo… ¿Será suficiente el solo hecho de lograrlo?, una particular y compleja pregunta, seguro tendremos diversas posiciones.
“El fin justifica los medios” es una frase atribuida erróneamente al escritor y personaje relevante de la Italia renacentista, Nicolás Maquiavelo. Esta expresión busca defender la idea de que cuando el objetivo es importante, cualquier medio utilizado para lograrlo es válido.
No podemos ir por la vida dando golpes para que los demás hagan, piensen o crean como nosotros, esos medios utilizados, para lograr un objetivo, deben ser éticamente aceptables. La manera, la forma de actuar debe ser siempre procurando que el objetivo se alcance y a la vez se logre un alto estándar de calidad en cada etapa o paso dado para lograr ese objetivo, pues, “La calidad mide el éxito del objetivo alcanzado”.
“Nunca el logro del objetivo debe superar la calidad”, esta afirmación es fundamental en diversos ámbitos de la vida, ya sea en el ámbito personal, profesional o empresarial. En la mayoría de los casos, la calidad del resultado es más importante que simplemente alcanzar un objetivo.
En el mundo empresarial, la calidad del producto o servicio es lo que realmente importa para los clientes. Si un objetivo se logra, pero la calidad del resultado es deficiente, es poco probable que los clientes estén satisfechos. La lealtad del cliente y la reputación de la marca se basan en la calidad, la calidad es un factor crucial para la sostenibilidad a largo plazo. Alcanzar objetivos a expensas de la calidad conduce a problemas futuros. Por ejemplo, si una empresa reduce la calidad de sus productos para cumplir con un objetivo de reducción de costos a corto plazo, es probable que experimente pérdida de clientes y daños a largo plazo en su reputación.
En el ámbito personal y profesional, el enfoque en la calidad promueve el crecimiento y el desarrollo, buscar la excelencia en lo que se hace conduce a una mejora constante y al perfeccionamiento de habilidades. La calidad genera confianza y credibilidad, siempre es mejor ser conocido por producir resultados de alta calidad que simplemente por alcanzar objetivos, la confianza del cliente, del empleador o del equipo se basa en la calidad constante.
En algunos casos, alcanzar un objetivo a costa de la calidad puede plantear cuestiones éticas, en la investigación científica, sacrificar la calidad de los datos para cumplir con los plazos puede comprometer la integridad de los hallazgos.
Aunque alcanzar objetivos es importante, nunca debe hacerse a expensas de la calidad, la calidad es un valor fundamental que sustenta el éxito a largo plazo en todos los aspectos de la vida.