Educación superior para todos, de calidad y duradera.

Por Octaviano Torres Muñoz, Rector CFTOH.

Escribo mi última nota para el boletín mensual del CFTOH, lo hago con una mezcla de sentimientos. La gratitud, el orgullo y la nostalgia se entrelazan en este momento en que, tras cuatro años de entrega y compromiso, debo despedirme de mi cargo como Rector del Centro de Formación Técnica Estatal de la región de O’Higgins. Como bien saben, este periodo estaba definido desde el inicio de mi gestión, y hoy, al llegar su término, me toca hacer un balance de lo que hemos construido juntos.

Cuando en 2021 asumí la responsabilidad de dar vida a esta institución, el desafío era inmenso. Partir desde cero significaba no solo estructurar un plan académico y administrativo, sino también conformar un equipo humano capaz de materializar un sueño: ofrecer educación técnica de calidad, accesible y pertinente para el desarrollo de nuestra región. Fue así como, en 2022, dimos el primer paso con la apertura de nuestra sede en San Vicente de Tagua Tagua, descentralizando la educación superior en la región de O’Higgins, llevándola donde nunca existió. Iniciando con dos carreras Técnicas de Nivel Superior en Administración de Empresas y Educación Parvularia. En ese momento, 117 estudiantes confiaron en este proyecto y se convirtieron en nuestros pioneros, dando vida a nuestra institución.

Cuatro años después, el crecimiento del CFT Estatal de O’Higgins es innegable. Hoy contamos con tres sedes en las ciudades de San Vicente, Pichilemu y San Fernando, presentes en las tres provincias que dan vida a la región, siendo este uno de los principales objetivos propuestos en nuestro plan de desarrollo institucional, hoy nuestra matrícula ha superado los 1500 estudiantes. La oferta académica se ha expandido a 13 carreras, pertinentes a la demanda del territorio, reflejando no solo el crecimiento institucional, sino también la necesidad y el compromiso con la formación de profesionales técnicos para las distintas industrias y sectores de nuestra región.

Nada de esto habría sido posible sin el esfuerzo de cada uno de ustedes. A los docentes, gracias por su vocación, por entregar cada día lo mejor de sí en la formación de nuestros estudiantes. A los funcionarios administrativos y colaboradores, mi más profundo agradecimiento por su dedicación y compromiso con la excelencia y el servicio. A las autoridades regionales y nacionales, gracias por la confianza y el respaldo constante, permitiendo que este proyecto avanzara con firmeza y claridad. Y, por supuesto, a nuestros estudiantes, quienes son y seguirán siendo la razón de ser de esta institución. Han demostrado que la educación es una herramienta de transformación social y que, con esfuerzo y perseverancia, es posible construir un mejor futuro.

El CFT Estatal de O’Higgins nació con una misión clara: contribuir al desarrollo regional mediante una educación técnica de calidad. Durante estos cuatro años, hemos trabajado incansablemente para consolidar un modelo educativo basado en la pertinencia, la inclusión y la excelencia. Hemos fortalecido alianzas con sectores productivos, municipios y otras instituciones de educación superior, permitiendo que nuestros estudiantes cuenten con mejores oportunidades de prácticas, vinculación con el mundo laboral y posibilidades de continuidad de estudios.

Pero más allá de los números y logros institucionales, lo que realmente atesoro es el impacto que el CFT ha generado en la vida de las personas. Ver a nuestros estudiantes cumplir sus sueños, superar obstáculos y convertirse en profesionales es la mayor satisfacción que puedo llevarme de esta experiencia. Este Centro de Formación Técnica ha cambiado la vida de muchos, y eso es un legado que trasciende cualquier gestión.

Hoy me despido con la certeza de haber dado lo mejor de mí y con la confianza de que esta institución seguirá creciendo y consolidándose como un referente en la educación técnica del país. Quienes continúen esta labor tendrán el desafío de seguir innovando, de fortalecer aún más los lazos con la comunidad y de garantizar que cada estudiante que pase por estas aulas reciba una formación de excelencia, alineada con las necesidades del mundo laboral y del desarrollo regional.

Finalmente, quiero expresar mi gratitud personal a cada uno de ustedes. Ha sido un honor y un privilegio liderar este proyecto, trabajar junto a un equipo excepcional y formar parte de la historia de esta institución. Me voy con la tranquilidad de haber contribuido a la construcción de un sueño colectivo, con el corazón lleno de recuerdos y aprendizajes que atesoraré siempre.

A todos ustedes, gracias por su apoyo, por su compromiso y por creer en este proyecto. Que el CFT Estatal de O’Higgins siga creciendo, formando generaciones de profesionales que aporten al desarrollo de nuestra región y del país.

Hasta siempre y mucho éxito en los desafíos que vengan.

Muchas gracias.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Ir al contenido