Por Camila Obreque, Encargada de Comunicaciones CFTE OH
En el Centro de Formación Técnica Estatal de O’Higgins, la ceremonia de investidura es mucho más que un protocolo; es la consagración simbólica del camino formativo de nuestros estudiantes. Este acto marca la transición crucial desde la formación teórica a la preparación para el ejercicio profesional comprometido y responsable. Para los futuros técnicos, sus familias y toda la comunidad educativa, la investidura es un poderoso reconocimiento al mérito, la disciplina y la vocación demostrada.
En las carreras técnico-profesionales, el uso del uniforme trasciende lo estético. Se convierte en un símbolo tangible de identidad y responsabilidad ética. Al investirse, el estudiante asume públicamente el compromiso con los valores fundamentales del CFTE O’Higgins: respeto, integridad, vocación de servicio, colaboración y un profundo sentido de pertenencia territorial. Esta distinción no solo los vincula a la institución, sino también al ecosistema productivo y social de la Región de O’Higgins, donde realizarán sus prácticas y futuro laboral.
Las ceremonias, realizadas en las sedes de San Vicente, San Fernando y este viernes 5 en Pichilemu, se transforman en puntos de encuentro entre la comunidad académica, autoridades, familias y actores clave del territorio. Este encuentro refuerza el vínculo esencial entre la formación técnica y las necesidades reales de la región, un pilar del proyecto educativo estatal.
El cuerpo docente juega un rol central al reafirmar su compromiso con una enseñanza de calidad basada en el acompañamiento permanente. La investidura destaca la labor transformadora de los académicos, quienes guían a los estudiantes en la adquisición de competencias técnicas y socioemocionales indispensables para su inserción exitosa. Por otra parte, la comunidad familiar vive este momento como un triunfo compartido de resiliencia y esperanza. Dada la realidad de muchos estudiantes que combinan estudio, trabajo y responsabilidades personales, la investidura es una validación social poderosa que motiva a la perseverancia hasta alcanzar la titulación.
En esencia, cada investidura fortalece la misión institucional de promover una educación técnica accesible y de calidad. Es un compromiso renovado con la formación de profesionales capacitados para impulsar el desarrollo local y generar oportunidades reales de movilidad social para cientos de familias en O’Higgins.
La investidura es, en definitiva, el acto que marca el inicio de una etapa decisiva, simbolizando el orgullo de una institución estatal comprometida con el territorio y proyectando a la región a profesionales listos para asumir con ética, responsabilidad y vocación su rol social.




